domingo, 22 de noviembre de 2009

Necesidades: Un twitter y dos personas.

- Hazte uno, es muy sencillo y sólo tendrás que mirarlo unos minutos al día -. Sonreían, ellos eran tres, todos jóvenes y con tiempo, mucho tiempo por delante. Aquella noche había transcurrido en una sala de conciertos, un grupo catalán deleitó a unos cientos, rimas y letras hechas para unos pocos. Él, afortunado, compartía conversaciones y bromas, pero no entendía aquello de una cuenta en internet, un Twitter decían.
- No, de verdad que no voy a hacerme un Twitter. Es algo que me quitaría tiempo.- Pedro y su chaqueta marrón, las gafas de intelectual, unos cuantos años de más y unos ojos azules ardientes. La cerveza tomó sus cuerpos y acabaron al amanecer intercambiando nombres de grupos y programas, haciendo asociaciones absurdas a la orilla del río. Pero Pedro había conseguido su objetivo, olvidar la semana, una semana que en 24 horas volvería a empezar.
Otro domingo más, el aburrimiento lo llevó frente al ordenador. Una invitación para esa cosa rara, bueno me abriré una cuenta de una vez. Se puso un Nick, probó con varios; al fin estaba en Twitter.
En unos minutos encontró su primera víctima, sus ojos se iluminaron de placer.

P.D.: sólo escribo esto para que "Pedro" se haga una cuenta de una vez.

3 comentarios:

astracán dijo...

No caerá esa breva .... :P

Anónimo dijo...

A los viejos eso del twitter nos da repelús.

Recuerdos perdidos dijo...

Lo entiendo Curro. Mi "Pedro" no se hará un Twitter ni aunque le paguen.