lunes, 3 de mayo de 2010

Necesidades: Ser uno es difícil

Vuelvo a editar este garabato porque una amiga lo ha ilustrado (thanks).
Ilustración realizada por: Mónica Beatriz Castro Rodríguez

Cada vez que se enfrenta a una vicisitud reacciona igual, primero se pone nerviosa y llora como una esponja, después hace algo que le parece lógico, dentro de su lógica claro. Al final termina mirando la foto de sus abuelos y pidiéndoles fuerza, “Que yo sé que desde allí todavía me observáis y me juzgáis, así que ahora os toca apechugar y echarme un cable”

Y a sus cuarenta sigue comiéndose las uñas, una tras otra, de forma automática, casi inconsciente, “Por algún lado tendrá que sacar los nervios, que ella toda la vida ha sido muy nerviosa”. Es algo que Chari siempre dice para justificar el vicio de su hermana delante del resto de familiares y conocidos; Chari es de las que sufren con los qué dirán de los otros, no soporta que pongan en evidencia a Gloria, la mayor de los cuatro. Pero Gloria obvia todo lo que a Chari le preocupa, porque dice que son pequeñeces, “¿Y que más da que me vean comiéndome las uñas? Como si me quiero subir a un árbol a hacer el mono”.

Así que en la última boda, la de un cuñado de un primo de Barcelona, asistieron ambas. Chari con su marido y sus dos hijas, Gloria con sus uñas comidas y una pequeña libreta con los apuntes del último curso sobre “Vidas encuadernadas al gusto. Dése el gusto” Todos sonreían, se saludaban, se miraban los vestidos. Una puesta en escena fastuosa, llena de colores y protocolos actuales. Con tanto entretenimiento Chari se pierde entre la multitud y Gloria se toma unos minutos de vida propia. Cerveza de aperitivo, blanco con el pescado, rioja con la carne, champán para brindar y un ron en el baile.

- Al menos con una copita de más dejas de comerte las uñas.


Entonces Gloria pasó a la historia de la familia López, se montó en un árbol y se puso a hacer el primate. El cursillo le sirvió de mucho.

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