jueves, 3 de febrero de 2011

Necesidades: El Pitos VI

- ¿Por qué me pregunta por Alonso? ¿Es un familiar suyo?.- Se sentó a mi lado.

- Sí, soy un familiar y vi las fotos…- Dio una última calada a su pitillo y alejó su mirada, estaba intranquila.

- No sé de qué me habla.- Acaricié su rostro, se levantó incómoda y se apoyó en la puerta del baño, intentaba adivinar mis intenciones. - Cobro 60 euros los 30 minutos, le quedan 20; vaya al grano y dígame lo que quiere.- Con su mano derecha se acariciaba mecánicamente un mechón de pelo.

- La última noche Alonso estuvo aquí, ¿le enseñó la foto a usted?, ¿le dijo quien se la dio?.- Se sentó a mi lado, ahora era ella la que acariciaba mi espalda. Bajó la voz, temía que alguien la escuchara. Acercó sus labios a mi oído.

- Escuche con atención, no le diré más de lo que le voy a decir, me juego el trabajo y la vida.- Tomó aire.-Alguien, no le diré quién, me dio un sobre para que se lo entregase a Alonso. Dentro había una carta, la leyó para sí mismo y vio una foto, a mi no me dejó verla; se volvió loco, maldijo a su mujer, habló de chantaje y de unos 400.000 euros. Debí haber mirado el sobre antes de dárselo a Alonso. Quemó la carta, estaba tan nervioso que temí que fuese a su casa y matase a su mujer. Así que lo entretuve con mi cuerpo y una botella de whiskey. Eso es todo.- Me miró. No me quedaba más remedio que insistir, así que me hice el tipo duro.

- ¡Dígame quien le entregó el sobre a usted!.- Se levantó, sus ojos grises se oscurecieron, aquello no iba a dar resultado.

- Si vuelve a preguntármelo gritaré y el armario de ahí fuera le echará con una patada en el culo.- Comenzó a pasear de un lado a otro de la habitación, estaba nerviosa. Guardé silencio, tenía que frenar, lo último que quería era no volver a ver aquella beldad. Reflexioné unos instantes; tenía lógica, le pidieron dinero a cambio de no hacer pública aquella foto de su mujer en una orgía. A Elisa no le podían hacer ningún tipo de chantaje porque sabía de sobra que la imagen era falsa.

- Otra cosa.- paró su deambular, me miró, estaba a punto de estallar.- ¿Por qué mintió? ¿Por qué le dijo al armario que me gustaban las rubias si sabía de sobra que yo venía preguntando por Alonso?.- Levantó el tono de voz y soltó un sonoro.

-Es usted un gilipollas sin remedio, esto ha terminado.- Mi reloj me decía que aún me quedaban unos minutos.

- Me quedan diez minutos de sus servicios, no se preocupe, descanse, no tengo ningún interés en tocarla. Yo me tomaré otra copa.- Se desplomó sobre el sofá, miraba más allá del techo, se quitó los zapatos, susurró unas gracias a penas audibles. Con su voz embaucadora siguió un discurso delatador.

- Alonso era un buen hombre, algo hosco, pero nunca me pegó ni me obligó a hacer las guarrerías que otros piden.- Cerró los párpados, era una belleza con su cabeza hacía atrás apoyada en el respaldar. Suspiró. Debería saber que esa profesión era dada a las guarradas más exquisitas En silencio, sin hacer ningún ruido, dejé 90 euros en la mesilla y salí de la habitación, creo que la oí llorar, un ángel atrapado en el infierno.

Creí oportuno simpatizar con el orangután del pasillo. "¿Tiene un cigarrillo?” me lo dio y encendió. “Gracias, esa rubia es explosiva, menudo animal, una diosa” Sin pensar el animal soltó “Claro, es de Ucrania, en esta casa tenemos lo mejor del este". Pareció arrepentirse en ese mismo instante, su barbilla se tensó “Ande, lárguese, este pasillo debe estar libre”. Salí a la calle ansioso de aire puro, detesto el humo. A la mañana siguiente pasaría por casa Elisa, me asaltaba la duda de si a la Doña le molestaría más lo del chantaje de 400.000 euros o enterarse de la última noche loca que su marido tuvo con Sonia “Sonia, la ucraniana sufridora”.

2 comentarios:

Miguel dijo...

El relato va cobrando interés. Ya va adquiriendo forma de novela negra. Me gusta. Te seguiré leyendo.

Besos.

Julio César Carranza dijo...

Interesante forma de narrar. es una novela policial por lo que veo, buscare el resto de post. Pero me deja intrigado, y permite que te haga esta pregunta: porque no vende la foto? Bueno , seguramente la respuesta vendra màs adelante. Un abrazo y uqe DIos te bendiga siempre.