Esta escritora belga nacida en Japón en 1967 ha llenado algunos de los calurosos días de mi verano. Sus novelas son fáciles de leer y espléndidas tanto en lenguaje como el uso del humor ácido. La descubrí gracias a mi profesor de la Escuela de Idiomas que nos mandó como lectura obligatoria uno de sus libros, "Hygiène de l’assassin" (Higiene del asesino). Me gustó tanto que me he dedicado a buscar sus obras, unas 23, entre ellas me he leido las siguientes:
"Métaphysique des tubes"
"Stupeur et tremblements"
"Les Catilinaires"
"Péplum"
"Péplum"
Si alguien se anima os aconsejo comenzar por "Estupores y temblores", no os dejará indiferentes.
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